Sinestesia: Ver sabores y oír colores sin tomarse un ácido

La sinestesia, además de una figura retórica en literatura;), es un fenómeno neurológico por el que los individuos que la padecen o disfrutan pueden oír colores, ver sabores, saborear texturas, ver sonidos o, en general, percibir sensaciones propias de un sentido con otro. 

Se trata de una particularidad similar a la que puede experimentarse con ciertas drogas o alucinógenos y que podría padecer cerca de un 1% de la población mundial. 

Uno de tus 100 amigos del Facebook u otras redes sociales, un número que es probable que tengas en alguno de tus perfiles,  podría ser sinestésico y ni tú ni él podríais saberlo;)

Las últimas investigaciones entienden la sinestesia como una hiperexcitabilidad del cerebro. Esto significa que algunas personas (1 de cada 100, muchas más de las que tradicionalmente se pensaba, aunque otras fuentes hablan de 2 de cada 1.000) responden con mayor actividad cerebral ante la misma cantidad de estímulos.

Una de las variantes más recurrentes entre sinestésicos es ver colores en números o palabras. Pero también han sido famosos músicos con sinestesia que atribuían un color a cada nota, caso de Nikolái Rimski-Kórsakov, del que estarás cansado de escuchar su célebre tema del "Vuelo del moscardón", que puedes recordar en el vídeo adjunto.

No todos percibimos la misma cosa de la misma manera

Una de las lecturas interesantes de la sinestesia es la que se abre en el plano de la percepción. Generalmente damos por hecho que todo el mundo percibe la realidad de igual forma, pero esto no tiene por qué ser del todo así, ya que, al menos los sinestésicos, perciben una misma realidad de forma diferente y "más amplia", viendo literalmente colores al escuchar una nota musical, por ejemplo. Un caso típico de una persona con sinestesia es que no sepa que la padece, porque como la mayoría de los mortales cree que todos los demás perciben como él, al igual que lo suele creer, por ejemplo, un miope o un daltónico antes de saberse como tales.

La teoría recientemente respaldada de la sobreexcitación cerebral en los sinestésicos cobra fuerza en algunos experimentos que apuntan a que las personas que ligan la percepción de un número con un color son capaces de diferenciar, también, entre más tonalidades cromáticas. Esto respaldaría el postulado de una mayor zona cerebral dedicada a la discriminación entre colores que la que utiliza una persona no sinestésica o ¿normal?

Sin embargo, todavía sigue investigándose en este campo, que arroja otras formas todavía más curiosas. Por ejemplo, un sinestésico que perciba colores al oír sonidos podría seguir "viendo" colores cuando escuchara música aún si se quedara ciego.

Otra clave en las investigaciones será estudiar, relacionar y separar las sinestesias y las alucionaciones, ya que estas últimas no responden, en principio, a ningún estímulo real.

Vamos a probarla;)

Y para cerrar, un recurrido test diseñado por Wolfgang Köhler, uno de los padres de la Gestalt, y que bien podría servir a los no sinestésicos para intentar dilucidar, al menos, una curiosa forma de asignación nominal a formas gráficas sin identificar. 

Vale. Aquí tienes dos formas más o menos arbitrarias.

Y aquí dos nombres, "Booba" y "Kiki".

 Sólo tienes que fijarte en las dos figuras y los dos nombres y bautizar a las dos formas según creas que deberían llamarse. ¿Qué forma crees que se llamaría "Booba" y cuál "Kiki"?

Piénsalo y mira los resultados más abajo.

--> Entre el 95% y el 98% de los sujetos expuestos al experimento le pone "Kiki" a la figura picuda anaranjada y "Booba" a la  violeta y redondeada.

¿Y por qué hacemos esto? Bueno, se cree que porque las propias letras "B" y "O" son curvadas y sinuosas como las formas redondeadas de la figura violeta, mientras la "M" y la "I" son más picudas, como la naranja. Y también puede que porque en la propia pronunciación del nombre de "Booba" los labios toman una forma más redondeada. En todo caso, un porcentaje tan desequilibrado en favor de una opción binaria como esta apunta a que los humanos no solemos poner nombres a las cosas por mera arbitrariedad y que, en ciero sentido, todos sufrimos alguna especie de forma de "sinestesia";) 


--> ¿Escucho lo que veo? El efecto McGurk