Una sola bacteria no es capaz de infectarte. Sin embargo, la mayoría de estos microorganismos son capaces de saber cuántos compañeros infecciosos hay a su alrededor y "esperar", literalmente, a ser suficientes antes de iniciar el ataque contra tu sistema inmunitario. Cuando se saben en número suficiente para poder ganar, inician a la vez la ofensiva, todos a una, en un sorprendente ejemplo de estrategia y comunicación a nivel celular. A este fenómeno de "interacción social" bacteriana se le conoce como quórum bacteriano o quórum sensing. Pero ¿cómo lo hacen?
Tal cual. Un importante número de bacterias son capaces de establecer comunicación social para coordinarse en un ataque o proceso infeccioso. Si, por ejemplo, una sola bacteria de salmonela entrase en tu organismo y pretendiese infectarlo ella sola, con toda probabilidad sería rápidamente neutralizada por un mayor contingente de microorganismos dispuestos a eliminar a todo intruso, tu sistema inmunitario.
No obstante, la salmonela, como muchas otras, es capaz de detectar a sus compañeras en el entorno. De esta forma, aguardarán a ser suficientes para desencadenar una infección que plante cara a tus anticuerpos antes de lanzarse al ataque. Y cuando lo hagan, lo harán todas a una.
Se trata del fenómeno de quórum bacteriano: Cuando se saben con posibilidades, deciden actuar contra el organismo huésped. Ahora bien. ¿Cómo saben cuántas son y cómo leches se coordinan?
Salmonela |
Las bacterias segregan un compuesto químico variable en función de su propia naturaleza, que hace de este una seña de identidad clara.
Este compuesto, bautizado con los palabros señal autoinductora actúa a modo de hormona, favoreciendo el desencadenamiento de otra acción en su presencia, en este caso, la expresión de determinados genes latentes de la bacteria, responsables de las acciones infecciosas.
Vamos, que las bacterias van por ahí soltando al medio un compuesto A. Cuantas más bacterias haya en un lugar, más moléculas A habrá en el entorno y viceversa.
La totalidad de estas bacterias son capaces de percibir este compuesto A. Es más, si la concentración de A es grande (se encuentran con muchas A por ahí), entonces se desencadenará el proceso B, que activa a las bacterias en "modo infectar";). Pero si la concentración de A es baja (porque hay pocas bacterias que las liberen), B no se produce y la infección sigue a la espera, en una decisión totalmente democrática;)
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