Esto es real y ocurre aquí al lado;) Tu vecino planeta Venus gira tan despacio sobre si mismo que a lo largo de un solo día pasa un año entero, con todas sus estaciones. Y todo ello, entre la salida y puesta del Sol, que, por encima, sale por el oeste y se pone por el este. Los planetas rocosos entre los que se incluye la Tierra guardan este y otros muchos secretos curiosos: Mercurio no tiene atmósfera y tiene dos salidas diarias del Sol, Venus gira al revés y Marte tiene el monte más alto del Sistema Solar, que hace por tres Everest e inquietantes indicios de grandes torrentes de agua.
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| Mercurio, Venus, La Tierra y Marte en representación a escala. |
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| Formación del Sistema Solar. Una nube de gas y polvo orbita alrededor del joven Sol. La nube irá colapsando en cuerpos cada vez mayores: Los planetas. El viento solar empuja las partículas menos pesadas (gases) más lejos, mientras las más densas (sólidos) se quedan más cerca. |
Los primeros cuatro planetas de nuestro Sistema Solar son los llamados rocosos en oposición a los jovianos o gaseosos. Frente a estos últimos, los rocosos como la Tierra son pequeños y fundamentalmente sólidos, aunque todos menos Mercurio cuentan con atmósfera. Si te preguntas por qué leches los cuatro planetas rocosos son justo los más próximos al Sol, tranquilo que hay posibles respuestas;)
Las hipótesis más generalizadas indican que las radiaciones procedentes del Sol bajo el nombre de viento solar alejaron los materiales menos densos (gases) a más distancia, dejando más cerquita los más pesados (sólidos), durante la etapa de formación de los planetas y del propio Sistema Solar hace unos 4.500 millones de años.
Los dos primeros planetas, Mercurio y Venus, reciben además el apodo de interiores por estar más cerca del Sol que la propia Tierra, frente a los exteriores, todos los restantes, y ya te imaginas por qué. Los dos interiores son vistos siempre en la Tierra muy próximos a la posición del Sol en el cielo (sólo se pueden ver o justo antes del amanecer o justo antes del atardecer), justamente, porque tienen órbitas más ajustadas que la nuestra alrededor de la estrella.
Mercurio y su doble amanecer
Mercurio es el planeta más próximo al Sol, con un tamaño algo mayor que la luna de la Tierra que puedes ver casi cada noche. Su atmósfera es casi inexistente, por lo que, a pesar de estar más próximo al Sol, la ausencia total de efecto invernadero hace que no sea el planeta más caliente. Con sus 160 Cº de temperatura media es superado por Venus. Mercurio ofrece la imagen de un pedrusco esférico de metales y silicatos fuertemente erosionado por impactos de meteoritos causantes de cráteres.
Gira alrededor del Sol en la órbita más excéntrica de los planetas pequeños, tardando 88 días terrestres en completar un año. Su día equivale a 59. Te sorprenderá quizás que en algunos momentos de este año el Sol en Mercurio salga por el horizonte, se pare, vuelva hacia atrás hasta ocultarse y vuelva a salir, amaneciendo dos veces en la misma jornada.
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| Representación del doble amanecer desde la superficie de Mercurio. |
¿Por qué? Bueno, la órbita de Mercurio alrededor del Sol es muy excéntrica, vamos, que es de las menos redondas o circulares del Sistema Solar. Por ello, en algunos puntos del año, Mercurio está muy cerca del Sol y en otros muy lejos.
Cuando el planeta está más cerca del Sol (momento al que bautizan con el palabro perihelio), la atracción gravitatoria (ahora que sabes que se incrementa cuanto más cerca estés;) es mayor y acelera a Mercurio, esto es, hace que gire más rápido alrededor del Sol. En este punto, la velocidad con la que el planeta gira alrededor del Sol iguala a la velocidad con la que Mercurio gira sobre si mismo (la de traslación iguala a la de rotación), por lo que, si estuvieras en la superficie de Mercurio, verías que el Sol, en su camino diario por el cielo, se para: Literalmente.
La atracción gravitatoria del Sol provoca que, incluso, en un breve período de tiempo, la velocidad de traslación de Mercurio sobre la estrella supere a la de rotación sobre sí mismo: El Sol vuelve hacia atrás y se oculta de nuevo si algún observador pudiera verlo desde la superficie del planeta.
Pronto, no obstante, Mercurio vuelve a estar lo suficientemente alejado del Sol como para que la velocidad de rotación sobre si misma vuelva a ser menor que la de traslación sobre el Sol: Este vuelve a salir, por segunda vez en el mismo día, sobre el horizonte. Un doble amanecer.
Venus el retrógrado
En Venus, el siguiente planeta rocoso, el Sol no sale dos veces ningún día, pero, a diario, sale por poniente (oeste) y se pone por el este. ¿Por qué? Se trata del único planeta del Sistema Solar que gira sobre si mismo en sentido horario (si se ve desde el polo norte). Vamos, que gira al revés. Y lo hace muy lentamente. Tan lentamente rota sobre si mismo que tarda más en completar una vuelta sobre si mismo que alrededor del Sol: ¡Su día es más largo que su año! Su año equivale a 225 días terrestres pero su día equivale a 243… Algunas voces apuntan a una gran colisión en los primeros momentos de vida del planeta que habría provocado un cambio en el sentido de rotación.
Venus no es el planeta más cercano al Sol, honor que, como ya sabes, compete a Mercurio. Sin embargo, Venus sí es el planeta más cálido, con sus 460 grados centígrados de media atmosférica.
¿Por qué? El meollo está en su atmósfera, con un 96% de dióxido de carbono, un gas abundante también en la Tierra y con un papel clave en el efecto invernadero de la leche que convierte a Venus en un hervidero, además de otros gases tóxicos o sus nubes de ácido sulfúrico que dotan a su atmósfera de un alto poder corrosivo. Si tirases un coche dentro de Venus se desintegraría a los pocos minutos, lo que complica, te supones, enviar una sonda o un robotito de exploración, a su superficie.
Como sabrás, Venus es el astro más brillante observado desde la Tierra después del Sol y la Luna y por ello recibe sobrenombres como el de “Lucero del Alba”. Ahora también sabrás que tiene el honor de contar con la órbita más circular del Sistema Solar y guarda un tamaño asombrosamente similar al de la Tierra.
Marte: El techo del Sistema Solar
Marte es el último de los planetas rocosos y el primero que se encuentra más lejos del Sol que la propia Tierra. Su día dura prácticamente lo mismo que el nuestro, con sus 24,6 horas y su año equivale a 687 días terrestres. La intención es la de enviar una misión tripulada a Marte a lo largo de este siglo.
Su superficie cuenta con inmensas marcas debidas a posibles erosiones y especie de cañones con longitudes de más de 4.000 km y hasta 7 de profundidad en algunos casos en las que los astrónomos sospechan que en el pasado pudieron fluir importantes torrentes de agua líquida, elemento y estado en el que se incrementa la probabilidad de que aparezca la vida. En sus polos existe gran cantidad de hielo, ¡agua en estado sólido! en la que también hay ejemplos de vida bacteriana en la Tierra. Su temperatura media actual es de -45 grados centígrados, aunque con máximas en superficie de 17, aunque su atmósfera, todo indica, provocó en el pasado que las temperaturas fueran aún más suaves.
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| Vista aérea del Monte Olimpo, con sus 25 kilómetros de alto y sus más de 600 de diámetro en su base. |
Si decíamos que Marte es el techo del Sistema Solar es porque cuenta con la elevación más alta conocida. El Monte Olimpo es un volcán actualmente inactivo de unos 25 kilómetros de alto. Para que te hagas una idea, el Everest, la cumbre más alta de la Tierra, cuenta con 8,8 kilómetros de elevación. Aunque nuestra cordillera del Himalaya sigue creciendo y probablemente así seguirá a lo largo de los próximos siglos, la montaña se desmoronará por su propio peso mucho antes de que alcance esos 25 kilómetros del Monte Olimpo. Marte es más pequeño que la Tierra y su menor gravedad permite, justamente, mantener en pie a este gigante promontorio.
¡Conoce qué planeta de los restantes flotaría en tu bañera, cuál gira tumbado y dónde soplan los vientos más fuertes en el próximo post de El Orbital!
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